¿Cómo prevenir la violencia familiar durante el encierro? Una psicóloga nos ayuda

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Estamos en medio de una pandemia internacional, desde la aparición del COVID-19 la rutina diaria de las personas alrededor del mundo ha tenido que cambiar. México no es la excepción. Aunque aunado a esto en nuestro país se ha generado un severo incremento en el número de denuncias por violencia familiar debido a la medida Quédate en Casa, que obliga a las personas a recluirse en sus hogares para evitar la propagación de este tipo de coronavirus.

Hacinamiento, malas relaciones interpersonales, estrés y problemas económicos agravan la dinámica familiar en una sociedad machista y violenta que recurre a los golpes como escape de sus problemas.

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La Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señaló en conferencia virtual que los refugios contra la violencia han tenido un aumento superior al 60 por ciento, durante el encierro voluntario para evitar la propagación del COVID-19, mismo que inició con el anuncio oficial de la Fase 2, es decir, el 24 de marzo del 2020.

En los años 60's el antropólogo estadounidense Edward T. Hall acuñó el término proxémica para estudiar la percepción del espacio que los individuos tenían respecto al otro y su comunicación lingüística.

Las investigaciones de Hall determinaron que existen distancias sociales que obedecen a la distancia física que hay entre los individuos: íntima (15-45 centímetros), reservada para las personas con las que tenemos la mayor confianza; personal (46-120 centímetros), es la que generalmente mantenemos con compañeros de trabajo o de escuela; social (121-360 centímetros) es aquella distancia que reservamos para aquellos con quienes no nos sentimos relacionados como personas que acabamos de conocer; y pública (a partir de los 360 centímetros), que es la que manejamos en conferencias y coloquios.

Hall también señaló que en estas distancias hay 4 zonas de espacio proxémico: el público, que se refiere a los espacios sociales como un estadio; habitual, aquel lugar público donde se acorta la distancia como un antro; de interacción, pues cada individuo juega un papel determinante como un salón de clases o supermercado; y corporal, que es el espacio íntimo, que reservamos solo para unos pocos.

Los estudios de Hall así como de otros investigadores, nos ayudan a entender cómo es que la confianza juega un papel preponderante en la interacción y la determinación de un espacio personal, pues el lazo familiar no necesariamente nos provoca tener un espacio personal menor. Es decir, que las personas pueden sentirse atacadas, incluso rodeado de su familia, si creen que su espacio personal está siendo violentado, esto porque no hay la confianza necesaria para tener un proximidad menor a la usual.

En estos días, con el encierro obligatorio varias familias se han visto obligadas a convivir continuamente, muchos en espacios reducidos y de hacinamiento, lo cual está provocando un incremento en la violencia familiar.

De acuerdo con la Secretaría de Gobernación, los reportes de los estados sobre las llamadas de emergencia al 911 arrojan que la violencia intrafamiliar se incrementó entre un 30 y 100 por ciento.

Asimismo la Línea Mujeres de Locatel de la Ciudad de México recibió en marzo pasado cuatro veces más llamadas por violencia de género que el promedio mensual de los últimos años.

Platicamos con la psicóloga Mtra. Mara Bustillos, para que nos ayudara a entender cómo nos afecta este encierro y de qué manera podemos mejorar la convivencia familiar para evitar la violencia dentro de nuestras casas.

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-¿Qué es el espacio personal y por qué es necesario para la salud mental?

"El espacio personal es este lugar en el que cada quien se encuentra situado en todo momento, es decir, el espacio que ocupamos dentro del universo por el simple hecho de ser materia física. Ahora, en este caso nos estamos refiriendo a un espacio el cual nosotros necesitamos para movernos a nuestro alrededor. Por ejemplo, es una medida subjetiva que tenemos conforme a qué tan cómodos nos sentimos estando junto a alguien más.

Menciono que es subjetiva, ya que no será lo mismo la proximidad que podemos aceptar de una persona familiar, a alguien que desconocemos por completo o también la proximidad que aceptemos debido a lo que nos encontremos haciendo. Por ejemplo, no va a ser lo mismo lo próximo a mi que pueda estar de una persona en el transporte público, porque aquí cuando está lleno debemos ir hombro con hombro, a cuando me encuentro haciendo una rutina de ejercicio para la que necesito moverme tal vez en mi propio eje, pero con brazos hacia adelante, hacia atrás, etc.

También cabe mencionar que culturalmente, los mexicanos, tendemos a necesitar de un espacio personal más reducido que en otro países, por ejemplo, a aquellos que tienen una densidad de población menor, aunque también necesitamos más a comparación de aquellos que tienen una densidad de población mayor a la nuestra.

La relación que tiene el espacio personal con la salud mental, creo que es un tema que incluye a la individualidad y personalidad. Por ejemplo, psicológicamente hablando, cuando una persona <<se entromete>> en nuestras creencias y/o opiniones, nosotros evaluamos este acto como algo agresivo, ya que es una manera sutil de decir <<esto que tú dices está mal, no debe existir>>. Es así, como analógicamente sucede con el espacio personal físico de las personas, que cuando alguien se adentra de más en el espacio personal de otra persona, sin su consentimiento, resulta percibido como una falta de respeto hacia la propia integridad. Es como un <<¡Hey, tú no deberías estar aquí, porque aquí debo de estar yo!>>.

De lo anterior, reitero, sucede cuando no hay un acuerdo mutuo y la proximidad se da de una forma agresiva, es decir, sin tomar en cuenta el deseo del otro.

Así que por lo anterior, la relación que tiene el respeto hacia el espacio personal del otro, conlleva también a una mejor salud mental. Por decirlo de otra manera, el respetar y saber poner límites claros hacia nuestros espacios personales mejora nuestra salud mental".

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-¿Se puede lograr el espacio personal durante la contingencia, cuando prácticamente toda la familia está reunida? Algunas personas recomiendan turnarse para estar en distintas áreas. Por ejemplo, a cierta hora que una persona esté en la sala y otra en el comedor y otra en su cuarto y eventualmente que esto cambie, para que cada miembro de la familia pueda tener un espacio fuera de su habitación sin tener que convivir con todos. ¿Es esto recomendable? ¿Cómo se puede mantener un ambiente familiar sano durante la contingencia?

"Bueno, pues de que se puede se puede, solo es cuestión de, como ya mencione anteriormente, lograr acuerdos y respetarlos. De que sea fácil que suceda de esta manera, tal vez no lo es tanto, pero como en toda relación humana, está de por medio la comunicación y su asertividad.

Habrá momentos en los cuales toda la familia esté de acuerdo en convivir y habrá tal vez otros en los que quizás uno de los miembros no quiera hacerlo en ese momento. Y hay que respetar. ¿Cómo? Tu mencionas una idea práctica: poner horarios, por ejemplo, en el estar en la sala.

Yo te comparto que en la casa, por las mañanas cada uno de mis hijos está en sus recamaras, mientras yo trabajo un poco en la sala. Después, casi a medio día nos reunimos para almorzar, posterior a eso cada quien tiene labores asignadas para hacer en casa hasta la hora de la comida, nos juntamos todos, después de esto la sala la ocupa mi hijo, ya que ahí está la pantalla para jugar Xbox; tiene tres horas como límite. Esto también se modifica en caso de que alguien necesite la sala, por ejemplo, mi hija con su clase de piano online. Durante este tiempo por la tarde, cada quien hace sus cosas y en la cena nos volvemos a encontrar.

Entonces pues a la pregunta elaborada, si es posible, aunque también estoy consciente de que hay casas en las que viven más miembros de la familia y en este caso también debería estructurarse un plan de administración de los espacios para que cada uno no se sienta invadido por el otro. Ya que, y retomando tu pregunta inicial, el hacinamiento, es decir el juntar a una cantidad de gente grande en un espacio pequeño o no adecuado para albergar a tanta gente durante un período prolongado de tiempo, sí puede resultar en conductas violentas, sexualidad no sana, por mencionar algunas conductas visibles, y a nivel psicológico ansiedad y angustia, que también podrían desembocar en la necesidad del uso de alguna sustancia como el alcohol, las pastillas para dormir, etc."

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De acuerdo con la psicóloga Bustillos, "no es solo debido al mal uso de los espacios en casa que resulten estas acciones o emociones, sino también por más factores, solo por mencionar algunos la falta de actividad física, problemas de pareja que ya existían antes del confinamiento, una capacidad de afrontamiento pobre, entre otras. Lo que también se pone al descubierto, aún más, en esta situación."

¿Cómo manejan el encierro voluntario en tu hogar? ¿Administran los espacios públicos, hay acuerdos, son una familia muégano que ama estar junta o cada quien pelea por su espacio personal y privacidad?

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