A poco más de hora y media de las Torres de Satélite, el pueblo mágico de Tepoztlán (Morelos) nos ofrece un gran lugar para pasar un increíble día o vacaciones de descanso.
Tepoztlán tiene un placentero cálido clima y vibra hippie, que lo hacen un destino favorito de quienes buscan un refugio espiritual y un ambiente "buena ondita". ¡Ojo! Si llevas tu automóvil, lo primero que debes de buscar es un estacionamiento, pues en las calles del centro es casi imposible encontrar un lugar.
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En sus calles empedradas encontrarás diversos cafés, restaurantes, tiendas de comida orgánica, ropa y productos artesanales, hoteles pequeños, puestos de chácharas y spas. Siendo aquello que constantemente robe tu mirada el gran Tepozteco, al que se considera el guardián del lugar.
En la zona arqueológica del Tepozteco se encuentra el templo del Tepoztécatl. Según el mito mesoamericano, fue uno de los 400 hijos que tuvieron los dioses Mayahuel y Pantécatl. Los dioses del pulque, entre ellos Tepoztécatl, estaban asociados a los cultos de la fertilidad, ya que pertenecían al grupo de los tlaloque (manifestaciones de Tláloc, dios de la lluvia) como deidades de los cerros.
La entrada tiene un costo de 55 pesos mexicanos y el lugar cuenta con visitas guiadas. Teniendo un horario de 9 a 17:30 horas.
Las artesanías que hacen alusión a los “chinelos”, son sin duda las más populares. Estas son alusivas a la "Danza de los Chinelos" que surgió en Tlayacapa, Morelos, a finales de 1800.
El baile surgió como una burla de los indígenas hacia las autoridades que en ese entonces eran españolas, de ahí la caracterización. Este baile aún persiste e incluso se puede ver en el sur de la Ciudad de México, durante las fiestas patronales.
Todo este trayecto es muy corto, sin embargo tardado de recorrer por la cantidad de gente que acude y por la variedad de productos y curiosidades que ofrecen los comerciantes.
En tu camino encontrarás el kiosco, en cuyos alrededores hay más puestos con venta de comida, frutas, verduras y una que otra artesanía referente a la época prehispánica. Aunque lo que debes de visitar, sin duda alguna, es el mercado donde se venden los tradicionales “itacates” hechos con la receta prehispánica.
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De acuerdo a los locatarios, estos itacates consisten en una mezcla de verduras, semillas e incluso flores, en forma de bolas y empanadas. Presuntamente así era como nuestros antepasados comían y llamaban a estas creaciones que podemos ver representadas en diversos códices.
Por cierto, que itacate es una palabra que viene del náhuatl, en la que itacatl significa mochila. Asimismo itactl proviene de ititl, cuyo significado es vientre. Hoy en día sigue vigente en nuestro vocabulario y hace referencia a los sobrantes que las personas se llevan luego de haber comido.
Todo es absolutamente delicioso y sano.
Después de probar esta exquisitez culinaria milenaria, dirígete a ver el arte del Convento y Museo cuya entrada está realizada con semillas. A su alrededor también verás más comerciantes y alguno que otro personaje tratando de vender pomadas de marihuana.
Los masajes, limpias y temazcales son el plus que no puedes obviar y de donde hay mucho para escoger, de acuerdo a tu presupuesto.
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¿Cómo llegar a Tepoztlán?
Se llega por la vía México-Cuernavaca; pasando "La Pera" encontrarás la desviación:
- Desde la ciudad de México se llega por la carretera federal de cuota número 95. Se toma la desviación a Cuautla, carretera federal de cuota número 115, y a 8.5 kilómetros se llega a Tepoztlán
- Desde la ciudad de Cuernavaca la zona se localiza a 21 kilómetros, por la carretera federal libre Cuernavaca-Tepoztlán.
