La crisis en el sector salud sigue agudizando debido a la falta de material quirúrgico, medicamentos, y ahora hasta de espacios de atención.
Personal médico en el Estado de México ha sido avisado de que el Hospital Regional de Alta Especialidad Bicentenario de la Independencia en Tultitlán, perteneciente al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) seguirá siendo COVID-19 hasta por lo menos el mes de diciembre.
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Desde el año pasado el nosocomio fue reconvertido para dar atención a las personas contagiadas con el virus SARS-CoV-2 y que requerían hospitalización debido a complicaciones de la enfermedad. Esto dejó a cientos de derechoabientes en un limbo, toda vez que las consultas de especialidad fueron suspendidas, lo que se aunó a la escasez de medicamentos que ya padecían quienes dependen de este servicio, el cual se les descuenta o ha sido descontado de su salario.
Asimismo algunas clínicas aledañas como la de Cuautitlán Izcalli también podrían convertirse en COVID-19 debido al incremento de contagios que se están presentando y a que, según el personal, el gobierno federal ha tomado la decisión de no destinar nuevos espacios a la atención de este virus, como lo hiciera hace unos meses al usar el centro Citibanamex para este fin.
En este sentido, se usarán las instalaciones con las que ya se cuentan, lo que significa que todos los servicios que ahí se brindan serán suspendidos.
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Salud de dechohabientes en la cuerda floja
Sería al inicio de la nueva administración federal cuando se determinaría llevar a cabo un cambio en la dinámica de entrega de medicamentos para los derechohabientes, que traería como consecuencia aún mayor dificultar en el acceso a la salud al hacer el trámite más burocrático y centralizado.
Las clínicas locales pasaron de solo dar pases a los hospitales de especialidad, a ser las que además se hacen responsables de los medicamentos y determinan la continuidad de las consultas de especialidad.
Para poder tener una consulta de especialidad como lo son la ortopedia, oftalmología, entre otras, los derechohabientes deben de solicitar el servicio en la clínica local del ISSSTE que les corresponda de acuerdo con sus datos de residencia.
Primero deben de formarse en la clínica a temprana hora, preferentemente antes de que abra sus puertas, para poder alcanzar una ficha la cual les permitirá ser atendidos por un médico general. Dicho médico los valorará y en el caso de que lo crea necesario, le dará al derechohabiente un pase para que pueda acudir a un Hospital de Especialidades.
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Una vez que cuente con el pase, el derechohabiente tendrá que realizar su cita en el Hospital de Especialidades, vía internet o telefónica, de acuerdo con la disponibilidad, la cual puede ser de hasta 3 o 6 meses después de haber sido canalizado por el médico general. Al respecto hay que señalar que este tipo de hospitales son regionales, por lo que atienden a derechohabientes de diversos municipios.
El día de su cita deberá acudir al nosocomio donde será atendido por un médico especialista que lo valorará y en el caso de creerlo conveniente le dará una receta para que reciba los médicamente para tratarse, así como un pase para estudios.
La receta emitida tiene el nombre de los medicamentos así como el tiempo que al paciente le deberán de durar, por ejemplo, dos cajas de un medicamento para seis meses. El derechohabiente no podrá solicitar más medicamentos, antes de que termine el periodo escrito en la receta, aunque alguno de estos se le termine antes o de que al ir a la farmacia de la clínica encuentre un medicamento que difícilmente es abastecido.
En el caso de que uno de los medicamentos en la lista no esté disponible en la farmacia, el derechohabiente tendrá que estar al pendiente de cuando arribe, mediante visitas presenciales. Por lo general el único médicamento con disponibilidad es el paracetamol.
Mientras que en el caso de los estudios, estos dependen de la solicitud de citas y del material necesario para hacerlos, que comúnmente escasea.
Al inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó a agudizarse la escases de medicamentos, de un sector salud que ya sufría de este mal.
Primero se agotó la diversidad de opciones para tratar un mismo padecimiento, la cual existía pues no todos los organismos reaccionan de la misma manera y algunos medicamentos pueden producir reacciones adversas. Asimismo hay medicamentos que son óptimos para ciertas etapas de una enfermedad, mientras que otros resultan mejores para otra, más avanzada o en primera fase.
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Ahora los derechohabientes experimentan una falta total de medicamentos. Esto luego de que se dejará de comprar a las empresas mexicanas proveedoras del gobierno y que presuntamente están ligadas a exfuncionarios públicos federales. Sin embargo hasta el momento la actual administración ha sido incapaz de surtir las farmacias de los hospitales públicos mediante otros proveedores, privando a los usuarios del derecho a la salud, pese a que son a quienes se les ha cobrado por el mismo a través de descuentos en sus cheques de pago.
Ahora, tampoco tienen consultas ni cirugías, lo cual solo empeora el estado de su enfermedad. Por lo cual personal médico de las clínicas del ISSSTE está recomendado a sus pacientes, de manera no oficial, a atenderse en hospitales privados, debido a la ola de contagios que ya sufre el país y que se espera se incremente en la temporada invernal, así como a la falta de insumos y medicamentos que persiste.
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