El reto de ser candidato independiente en México

Aunque actualmente las candidaturas independientes son vistas como una alternativa al sistema de partidos, éstas también fueron creadas en base a las necesidades y realidades políticas de antaño. Es por ello que, a pesar de estar ya previstas en la ley, la figura de candidatos independientes aún no está adecuadamente integrada al sistema político mexicano. A pesar de que dicha figura fue creada a fin de proveer equidad de derechos para todos los ciudadanos, como lo estipula la Constitución, su creación no modificó los mecanismos de acceso y participación en los centros de poder político. Ya que dichos centros aún están estructurados para acomodar contiendas electorales entre candidatos de distintos partidos políticos, sin dar plenamente cabida a candidatos independientes, éstos crean obstáculos para postularse a elecciones (y, aún más, ganarlas) bajo esta figura. Es por esta razón que argumentamos que los obstáculos para competir a puestos de elección popular como candidato independiente son mayores, incluso, que aquellos que enfrentan quienes desean formar un partido político.

Por ejemplo, los pre-candidatos que busquen obtener registro como candidatos independientes, deben cubrir una larga lista de requisitos que los avale como tales. La obtención de las cédulas de respaldo constituyen el primer obstáculo.De acuerdo con el Artículo 371 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, el o la candidata independiente que aspire a contender al cargo de Presidente/a de la República debe obtener el equivalente al uno por ciento de firmas de apoyo de aquellos votantes registrados en la lista nominal de electores. Mientras tanto, para aquellos que busquen postularse como diputados o senadores(a), el requisito es recabar dos por ciento de tales firmas. Cumplir dichos requisitos, sin las facilidades y ventajas con que cuentan los partidos durante las precampañas, a nuestro parecer, limita el derecho a ser votado, así como la posibilidad de formar parte de una alternativa política no partidaria.

Es posible afirmar que este sistema existe en parte para limitar el número de posibles candidatos a un cargo de elección popular. Entre algunas autoridades políticas y electorales en México, hay la percepción que la postulación de múltiples candidatos crearía un proceso electoral sumamente complejo. Asimismo, frecuentemente se argumenta que la existencia de tales obstáculos, busca evitar el acceso y uso inadecuado de fondos y recursos públicos –especialmente en un contexto electoral donde algunos partidos políticos de reciente creación disponen de recursos públicos sin rendición, o con una inadecuada rendición, de cuentas al término de las elecciones. Es por éstas razones que algunos analistas y observadores afirmas que éstos (y otros obstáculos similares) existen durante la campaña electoral (e, incluso, una vez que los candidatos ya han sido electos como representantes).

Durante la campaña

Otro de los obstáculos a vencer, durante la campaña, es que una vez obtenido el registro para contender como candidato independiente a un cargo de elección popular, éstos deberán asegurar, en gran medida, el financiamiento de su campaña y promoción. Esto se hace evidente cuando todos aquellos candidatos que han sido registrados como tales, reciben el monto económico que se asigna el monto de presupuesto, que se asignaría a un partido de nueva creación para su financiación. A este fin, en cada estado se estipula el porcentaje o monto de financiamiento público y privado permitido y asignado a los candidatos que participan en el proceso electoral (incluyendo aquellos compitiendo por los puestos de gobernador, alcaldes y diputados locales). Ante ésta aparente inequidad, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación deliberó que, mientras no se rebase el tope de gasto de campaña, los candidatos independientes podrán contar con los fondos privados que fuesen necesarios para equiparar su gasto con el de las campañas de partido. Sin embargo, sólo un número limitado de estados adoptaron este criterio en sus legislaciones estatales. En caso de que los candidatos independientes busquen afirmar este derecho, a fin de invalidar los límites financieros que los gobiernos estatales comúnmente ponen a las campañas, deberán recurrir al Tribunal Electoral. Esto genera una situación de inequidad electoral.

Aunado a este hecho, cabe destacar que el Instituto Nacional Electoral (INE) determina y otorga el tiempo que cada candidato tendrá disponible en radio y televisión para promocionar su candidatura y propuestas. Previo a su registro, sin embargo, los aspirantes, no cuentan con acceso a tiempos en radio y televisión para la obtención del apoyo ciudadano. Esto resulta entonces en un estado inequitativo de los candidatos independientes, frente a los partidos políticos, los cuales pueden acceder a dichos tiempos, incluso desde las precampañas. Más aún, durante las campañas electorales, 30% del tiempo dedicado a la difusión de campañas se distribuye igualitariamente entre todos los partidos políticos (incluidos los de nueva creación) y el 70% restante en forma proporcional a la votación de la última elección. En otras palabras, los candidatos propuestos por partidos ya existentes gozan de una enorme ventaja frente a aquellos postulados por nuevos partidos. Los candidatos independientes, sin embargo, sólo obtendrán el 30% del tiempo igualitariamente distribuido.

Argumentamos entonces que restringir a los candidatos independientes el tiempo disponible en medios masivos de comunicación para la promoción de sus campañas, interfiere con su objetivo de posicionarse (tal y como una marca comercial) entre y con los electores. Si bien las redes sociales son una herramienta para mantener y desarrollar una relación dinámica entre la sociedad y los candidatos, la radio y televisión son aún herramienta sumamente importante dentro de las campañas políticas. La televisión, en especial, es aún el medio más popular y más efectivo para alcanzar aquellos sectores de la población que expresan desinterés por la política. Debido a su carácter visual y contenido que apela a las emociones, la televisión goza de gran credibilidad como medio de comunicación, ya que refuerza la percepción de conocimiento y presencia del candidato. Aunque ningún medio de comunicación por sí solo contribuye a incrementar los conocimientos políticos del elector, si éste(a) no busca o está interesado en adquirir tal conocimiento. Es por ello que la aparición de la televisión y posteriormente del internet y la tecnología multimedia, han permitido incrementar significativamente la disponibilidad de información en nuestras sociedades –sin que ello conlleve necesariamente un mayor conocimiento de los asuntos políticos que les incumben.

Una vez electo

Finalmente, consideramos que ni siquiera habiendo sido electos, los candidatos independientes están en igualdad de condiciones con aquellos respaldados y apoyados por las organizaciones partidistas. Por ejemplo, una vez electo, el candidato independiente necesita fortalecer la base de apoyo y logística que le ayudará a desempeñar su cargo. Al no contar con el respaldo de ninguna fuerza política establecida, esto le obligará a generar alianzas con los diversos actores políticos, lo que en principio, haría posible o promovería el fortalecimiento del sistema democrático a través del cuál fue elegido(a). Gobernar y legislar a nivel federal, estatal, o local, no es –sin embargo– una tarea sencilla. El, la, o los representantes independientes electos deberán establecer una administración que instrumente políticas que garanticen los satisfactores básicos, así como el desarrollo humano, de la población que gobiernen.

Ésta expectativa sobre los candidatos independientes difiere de aquellas que se tienen sobre los candidatos de partidos, en una forma crucial: se esperará que los candidatos legitimen y revigoricen los cargos e instituciones que muy probablemente cuestionaron cuando éstas se encontraron en manos de la denominada partidocracia. Al hacer esto, se esperará que no den continuidad a las mismas dinámicas que anteriormente criticaron. De no ser esto posible, se esperará entonces que inicien un proceso de cambio y ruptura, que permita una estrecha coordinación y cooperación entre los representantes de la administración federal, estatal y municipal. Esto, a fin de cumplir las responsabilidades que adquirieron frente a la sociedad[R1] . Como lo señala Flavia Freidenberg, en su capítulo de libro “Cuando la ciudadanía toma las riendas: desafíos de las candidaturas independientes”, los candidatos independientes electos enfrentarán el reto de interactuar con actores políticos, sociales y económicos que, muy probablemente, no fueron elegidos de la misma forma, o no son propensos o afines a colaborar con representantes independientes.

Por todo esto, consideramos que es necesario garantizar equidad antes, durante, y después de los procesos electorales para todos los ciudadanos que opten por la postulación electoral independiente, a través del fortalecimiento de una reforma político electoral, que les de condiciones de equidad frente a los candidatos de partidos. Es necesario, también, demostrar que las candidaturas independientes no fueron concebidas como un producto emergente para validar la representación política del antiguo sistema electoral en México. Por éstas razones, llamamos a establecer estrategias claras y certeras, que igualen las condiciones de competencia entre candidatos independientes y de partidos. A nuestro parecer, la figura del candidato independiente no sólo debe responder a la crisis del sistema de partidos que domina en nuestro país. Sin embargo, la sociedad mexicana está cansada del disfuncional sistema electoral actual. Por ellos, es necesario que ésta figura, y no sólo los candidatos mismos, provean una alternativa, que permita a los ciudadanos no afiliados a un partido político, competir y gobernar en igualdad de condiciones, que aquellos que son y/o fueron postulados a través del sistema de partidos.

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Sobre los autores:

Iván Farías Pelcastre es Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Birmingham, Reino Unido, y actualmente es Investigador Visitante en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales del Ministerio de la Presidencia, en Madrid, España.

Emmanuel Gómez Farías Mata es Doctor en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid, España, y Socio Fundador de Public Asesores, en Berlín, Alemania.

Flor González Correa es Doctora en Ciencia Política por la Universidad de Birmingham, Reino Unido, y Consultora e Investigadora en Negocios y Derechos Humanos en Public Asesores, en Berlín, Alemania.