Victoria Wood: The day we sang #reseña

Más allá de las altamente esperadas premieres de “Biophilia” de Björk y de la ópera a cargo de Damon Albarn y Rufus Norris, “Dr. Dee”, la obra que podría ser considerada como el estandarte de la presente edición del Festival Internacional de Manchester se llama “The day we sang” (El día en que cantamos).  Esto se debe no únicamente al hecho de que la obra fue comisionada a la renombrada comediante Victoria Wood específicamente para el festival (la mayor parte de los espectáculos que se presentan durante el festival también lo fueron, sino que la obra es en esencia y en carácter puramente Manchester.

Ambientada en Manchester, “The day we sang” presenta la historia de un grupo de adultos que son reunidos por un canal de televisión en los sesentas con motivo de la conmemoración de los cuarenta años de la publicación de un disco por el entonces coro de niños de la ciudad. La obra se desarrolla no sólo en los años sesentas, sino que de manera paralela cuenta la historia de la grabación del disco en 1929 todo aderezado con piezas musicales en donde los actores, tanto adultos como niños, demuestran su calidad técnica como histriones y como cantantes.

A pesar de ser una función de martes por la noche, el teatro está casi a reventar. Pero esta no es ninguna sorpresa, pues se trata de una obra de teatro que pronto se ha colocado en el corazón de los habitantes de Manchester por tratarse de una historia propia de la ciudad.  

La obra es una comedia que está irremediablemente ligada a Manchester y no es de extrañar, pues su directora y guionista, Victoria Wood, es originaria de Lancashire (ahora parte de Manchester) imprimiéndole referencias y elementos que pueden resultar ajenos e incluso imperceptibles a quienes no estén familiarizados con la ciudad, pero que aquello que los captan reconocen la voz de uno de los suyos en el escenario.

A pesar de lo anterior, la  comedia toca temas universales como el amor, la amistad, la añoranza de lo que fue y pudo haber sido, así como de las segundas oportunidades que nos brinda la vida.

El dinámico cambio entre 1929 y 1969 funciona de manera efectiva tanto para hacer de manera más explicita el contraste como las similitudes entre los ambas historias, entre el potencial que guarda el futuro de los niños y la realidad con esperanzas incumplidas pero, eso sí, siempre con la esperanza de segundas oportunidades.

Si bien el hilo conductor y el peso de la comedia recae en la historia del Toby adulto, un vendedor de seguros de buen corazón que se termina enamorando de una antigua participante del coro a quien conoce en 1969, la historia del Toby de 10 años, aquél a quien su padre abandona y quien está dispuesto a todo por participar en el coro, da un contexto emocional lo suficientemente fuerte para respaldar una imagen integral y convincente del personaje y comprender las circunstancias que lo motivan a tomar importantes decisiones cuarenta años después.

Las interpretaciones son llevadas a cabo con gran solvencia por Vincent Franklin (Toby),  Jenna Russel (Enid, el interés romántico de Toby), apoyadas por la gran presencia cómica de Lorraine Bruce y la refrescante participación de Raif Clarke, quien interpreta al joven Toby.

El actual coro de niños de Manchester también participa dentro de la obra y aunque se pueden sentir sus nervios sobre el escenario su interpretación es asombrosa, además de que es notorio que disfrutan de cada una de las presentaciones como lo demuestra el hecho de que despiden efusivamente a través de una ventana  a los asistentes a la obra cuando se alejan la Casa de la Ópera de Manchester.

Sin duda “They Day we Sang” es una obra muy bien lograda que cumple con el propósito de entretener y divertir mostrando un carácter a la vez de la década de los años sesenta y de la ciudad de Manchester, algo que no es tan fácil de conseguir.