Lo que realmente nos ocupa

Vivimos tiempos de sisma, de renovación y de introspección a nivel sistémico, pero también subsistema, sabemos que los grandes movimientos nacionales e incluso internacionales tienen repercusiones en lo individual, y a la inversa; a poco que podamos iniciar con esta gran renovación nacional, hemos de ponernos a pensar en nuestro papel como ciudadanía. Sin duda no podemos dejar de lado las luchas, manifestaciones y defensas de causas que a nivel estructural deben ser consideradas, también nosotros como ciudadanos tenemos un papel fundamental a partir del ejercicio que realizamos, como, por ejemplo:

CULTURA POLÍTICA

La ciudadanía no solo se ejerce en época electoral, sino es un ejercicio constante desde el desempeño de nuestros derechos y de nuestras responsabilidades todo en el margen de la ley. Además, es desempeñarnos de manera fluida y ejemplar por este país que día a día está sediento del ejercicio responsable de mujeres y hombres, cada uno desde su trinchera. No hay papel menor o mayor, sino incidencia colectiva desde lo local, desde las posibilidades reales y auténticas. Ser ciudadanos de tiempo completo como oportunidad de empoderamiento, para saber que todos construimos una nación. Por supuesto que esta esfera es también para los tomadores de decisiones, para las autoridades electas, para que se desempeñen a la altura de las circunstancias y no desde el populismo o megalomanía. Ser coherentes con lo que se dice, hace piensa y siente.

CAUSAS COMUNES

¿Nos hemos dado cuenta de que, compartimos con más personas puntos de coincidencia más allá de lo que nos separa? Eso debe ser clave para podes contribuir desde la trinchera y multiplicar esfuerzos. Estamos deseosos como país de poder generar un nuevo tejido a partir de la ciudadanía que tiene un papel activo ¿a quién le conviene que se esté dividido, y solo enfrascado en un discurso añejo de divisiones? Diría la frase que “Somos más los buenos”, así que, hagámoslo posible al estar trabajando e incidiendo con causas comunes que contribuyan. Que conciliación pueda más, ante la división.

CONTROL DE LA NARRATIVA

Recientemente asistí a un curso sobre storytelling para poder reconstruir el tejido social, que se ha aplicado con éxito en Siria, Honduras, entre otros países, este fue encabezado por la organización internacional MeWe lidereada por Mohisin Mohi Ud Din y auspiciado  por Ashoka y la Embajada de los Estados Unidos, ahí se habló, entre otras cosas, de la importancia del control de la narrativa para poder retomar el poder, es decir, aplicado a este tema en particular ¿a quién y cómo le cedemos la narrativa de lo que pasa, incluso cuando es corresponsabilidad? , ¿en qué momento me quedo solamente en el quejar social, pero no retomo lo que a mí me concierne, para poder hacer cambios sustantivos?, ¿en qué momentos puedo salirme de la burbuja de quejas, para poder tomar mi poder, y desde la acción poder contribuir?. Además, esto está sumado con el tema de la resiliencia, al poder entenderla como la capacidad para poder salir fortalecido de las dificultades. ¿En qué momentos me he convertido en alguien resiliente, sin incluso saberlo?, ¿Cómo puede ayudarme distanciarme del relato, para contarlo desde una perspectiva distinta, y mucho más empoderadora?

COMUNICACIÓN

En todos los entornos, en todos los escenarios, en muchas ocasiones a lo que primero se le echa la culpa, pero es algo que dejamos por sentado, el “poner en común” contribuye a poder socializar desde diferentes perspectivas, y poder tejer incluso en comunidad. Comunicándome en coherencia con lo que soy, en donde estoy, puedo ayudar a ser más claro en mis peticiones en los diferentes ámbitos en donde me desarrollo, ya sea escuela, empresas, organizaciones e incluso en mi interacción con el otro. Esto ayuda a disminuir los ruidos innecesarios del entorno, y a lograr que, fluya el objetivo de mi interacción, eliminando desgastes innecesarios, e incluso, imágenes mentales de los juicios derivados de fantasmas comunicativos.

Sin duda hay expectativa de lo que sucederá a nivel macro, hago votos para que quienes tienen el poder político, económico y cultural en sus manos, a partir de las esferas institucionales realicen trabajos que contribuyan a todo el sistema en beneficio común, también deseo que seamos ciudadanía que, siga y acrecente su labor de incidencia en la confluencia. En la democracia nadie sobra. Todos tenemos un papel, y eso es lo que realmente nos ocupa.