¿Cómo ayudar a alguien en una situación de crisis?

Antes de entrar en el tema, es preciso aclarar que estos consejos no pretenden sustituir la ayuda de personas expertas en auxilios psicológicos, sino ser recomendaciones para facilitar y aminorar el impacto de eventos que suceden de manera sorpresiva. Por lo que se recomienda siempre acudir con un experto.

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Mano Amiga

Cuando experimentamos algún evento traumático las emociones nos pueden llegar a dominar, lo cual es completamente entendible, sin embargo esto provoca que no tengamos la claridad mental normal, por lo que una mano amiga siempre será de gran ayuda. Si por azares del destino tú te conviertes en esa persona, ten en cuenta lo siguiente:

1. Calma

Evita empeorar el estado mental de la persona que está experimentando una crisis; no agraves la situación creando mayor tensión, estrés o incluso violencia. Tu lenguaje corporal y voz deben de ser calmos, pero seguros.

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2. Confort

Sitúa a la persona en un lugar confortable o crea un ambiente que así lo sea, en la medida de las condiciones del sitio. Por ejemplo, si la crisis ocurrió en la calle durante un día soleado, puedes acercar a la persona a la sombra de un árbol o edificio, o ayudarle a encontrar un espacio dónde sentarse, como un escalón. Puede parecer poco pero en esos momentos este tipo de acciones son de gran ayuda.

3. Empatía

En estos casos la empatía se manifiesta cuando se acerca a una persona en crisis y se le auxilia para formular sus necesidades. 

Por ejemplo, puede ser que una mujer haya sido víctima de un asalto en la calle y le hayan quitado su bolsa, donde también estaba su celular. Una manera de auxiliarla es llamando a la policía y también a algún familiar. Posiblemente la mujer no recuerde el número telefónico de su pariente, entonces tú podrías sugerirle otras formas de contactar a esa persona, como hacerlo a través de una red social o de la empresa donde trabaje, cuyo número telefónico se puede encontrar fácilmente en un buscador de internet. 

Otro ejemplo podría ser si una persona de pronto sufre un problema de salud que le imposibilite desplazarse del lugar en donde está, por un buen tiempo. Incluso podemos retomar el caso del robo. La ayuda se puede dar al preguntarle si pagó el parquímetro de su vehículo, o si tiene algún pendiente, que tenía qué resolver antes de que la situación de crisis se presentara. En el caso del estacionamiento, el no pagarlo podría representar una infracción, lo que le generaría otro problema y más estrés. Mientras que un pendiente como ir a recoger a su hijo a determinada hora, sería otro. Esto se resuelve fácilmente prestándole un teléfono para realizar una llamada o pagándole unas horas del parquímetro, dando tiempo a que lleguen sus familiares y/o amigos.

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En este sentido hay que enfatizar que auxiliar a alguien no debe significar arriesgar tu salud, economía y/o seguridad. Actúa con precaución y sin inocencia. Brinda la ayuda que esté dentro de tus posibilidades en ese momento, pero deja que los expertos (familia, bomberos, policía, paramédicos, etcétera) se hagan cargo de la situación al llegar; ellos reciben entrenamiento formal para lidiar con estas situaciones, por lo que saben qué hacer.

Recuerda que en tu casa hay que lavar, sacar al perro, trabajar, hacer la tarea, comer, entre otras cosas. Es bueno ser personas solidarias con el dolor ajeno, pero primero debes cuidar de ti.

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El último consejo, sin importar si auxilias a alguien o tú eres la víctima, es tener un respaldo de los números de emergencia; no dependas de tu celular. Memoriza el número telefónico de algún familiar o amigo que sepas que siempre va a contestar y que seguramente sabrá responder al auxilio.