<![endif]-->Poco a poco el tema del bullying cobrado más fuerza, y es interesante ya que es algo que siempre ha existido y podría decir que en todas las especies. Cada especie, desde la etapa infantil y la adolescente, se enfrenta entre sí para volverse más fuerte y así prepararse para su adultez.
Hemos escuchado infinidad de veces frases como: "los niños son crueles" y no es que sean crueles, son la sensatez en carne y hueso, la crueldad que notamos es proporcional a los límites inculcados en su núcleo familiar, límites como el respeto.
Se ha tergiversado el término bullying, ahora es delincuencia y los niños y jóvenes se han vuelto sicarios. Nuestros niños y jóvenes son víctimas de la sociedad en la que viven, la sociedad que les hemos dejado.
Y se hace tanto daño al no ponerles atención por decidía, por negligencia o por falta de tiempo por lo que no se supervisa lo que ven, lo que entienden. No se inculcan valores ni inteligencia emocional. Y también se daña al ser padre helicóptero creando niños burbuja que no desarrollan autoestima, seguridad ni tolerancia a la frustración. La sociedad ha hecho de las nuevas generaciones víctimas y victimarios.
El bullying se ha vuelto un tema mediático, se han hecho campañas y ha habido difusión para prevenirlo y tratarlo. Pero hay que tener en mente que solo es una rama de la enfermedad que invade a nuestra sociedad. Solucionar el bullying es solo una parte del pastel.
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Debemos hacer énfasis en que los niños y jóvenes presentan patrones de repetición, ejemplos dados por el medio que los rodea. Si tu hijo es víctima de bullying o su contraparte, el llamado "Buller" entonces antes de preguntar ¿por qué lo hiciste o por qué te dejaste?, pregúntate: ¿qué hiciste o dejaste de hacer como padre?
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