Con una altura de cuatro metros por cinco de largo, “El alebrije de los huevos” surge de una montaña-pirámide adornada con flores indígenas y símbolos de gran significado en las culturas mesoamericanas.
Retoma influencias del arte mesoamericano. Es una criatura fantástica con rasgos del mítico Quetzalcóatl, y de animales ancestrales como jaguar, águila, serpiente y tortuga con alas de libélula. Es el alebrije monumental del Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza y participará junto a otros 200 en el desfile de la CDMX.
Esta artesanía de cartonería se elabora desde agosto en las instalaciones del Centro Municipal de Cultura y Arte (CEMCA) y al momento ha contado con la participación de alrededor de 50 personas -entre alumnos, integrantes del Consejo Indígena y de la compañía de Danza Citlalmina, y población en general- en sus diferentes etapas de fabricación.
Alonso Aldama, profesor de alebrijes y vitrales de la institución, apuntó que este proyecto se venía impulsando desde hace tiempo atrás mediante los talleres de alebrijes que se impartían en las comunidades, “pero ahora que tuvimos la oportunidad de estar en el CEMCA se logró hacerlo posible.
“Con el número 114, el próximo 19 de octubre Atizapán de Zaragoza por primera vez participará en el desfile de Alebrijes de la CDMX, que recorrerá Paseo de la Reforma, desde el Zócalo capitalino hasta el Ángel de la Independencia”, indicó.
Con una altura de cuatro metros por cinco de largo, “El alebrije de los huevos” surge de una montaña-pirámide adornada con flores de diseños indígenas y símbolos de gran significado en las culturas mesoamericanas.
“La particularidad de este alebrije es que retomamos el diseño indígena, de la cultura del Quetzacóatl, la dualidad y cosmovisión. Nuestra criatura empolla unos huevos, de los cuales surgirá un polluelo de águila que significa el renacer de una nueva generación”, dijo Alonso Aldama, egresado de la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBAL).
El artista plástico Raymundo Miranda García, asesor del proyecto, agregó que pese a que es una artesanía urbana que se fabrica desde los años 50, el alebrije tiene un auge creciente de gran valor por su expresión artística.
“Es un método constructivo muy creativo, divertido y accesible, toda vez que las figuras se elaboran con materiales reciclables; ahora representa una actividad cultural importante que está siendo impulsada en el municipio”, finalizó.
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El taller de alebrijes en el CEMCA se imparte gratuitamente los martes y jueves en un horario de 16 a 18 horas.